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lunes, 21 de junio de 2010

incedios forestales y evitar los incendios


En un incendio forestal el fuego se propaga sin control sobre la vegetación en los bosques y las zonas áridas y semiáridas. La combustión de la vegetación forestal no prevista nos obliga a realizar su extinción.

Los incendios forestales son una de las fuerzas destructivas más fuertes del planeta. Mientras que, en ocasiones, son causados por relámpagos, la mayoría de ellos son provocados. Cada año se queman enormes extensiones de terreno en todo el mundo, con consecuencias no sólo para la zona donde tienen lugar, sino para todo el planeta.


Para que se produzca este tipo de fuego, tienen que darse tres elementos, llamados el “triángulo de fuego”: combustible, calor y oxígeno. Si falla alguno de ellos, no se produce el incendio.


Tipos de incendios forestales


Se conocen tres tipos de incendios forestales y se clasifican con base en el estrato al que queman.


Incendio superficial


El fuego se propaga en forma horizontal sobre la superficie del terreno, afectando combustibles vivos y muertos, compuestos por: pastizales, hojas, ramas, pequeños árboles, troncos, humus, etc. que se encuentran desde la superficie del suelo y hasta 1.5 metros de altura. Son los incendios más comunes.


Incendio subterráneo.


El fuego se inicia en forma superficial, propagándose bajo el suelo mineral debido a la acumulación y compactación de los combustibles, así como por su acumulación en los afloramientos rocosos en donde se encuentran mantillo, raíces, hojas y otros materiales vegetales.


Incendio de copa o aéreo.


Se inicia en forma superficial transformándose a de copa o aéreo debido a la continuidad vertical de los combustibles del suelo hacia las copas de los árboles. Su propagación es tanto de copa en copa de los árboles como en la vegetación superficial. Esta clase de incendios consumen la totalidad de la vegetación, son extremadamente destructivos y peligrosos, así como difíciles de controlar.


Evitar incendios forestales




  • No fumar o ser extremadamente cuidadoso con los cigarrillos. Apagarlos a conciencia.



  • No estacionar vehículos sobre hierba seca.



  • No quemar rastrojos sin permiso.



  • Asegurarse de no dejar nada inflamable después de acampar.



  • No encender un fuego en el monte si las condiciones son desfavorables. Utilizar las zonas habilitadas para encender un fuego y no marcharse hasta asegurarse que está extinguido. En verano, no encender un fuego ¡nunca!



  • Guardar elementos y líquidos inflamables en zonas protegidas.



  • No utilizar calefactores en el interior de una tienda de campaña.



  • No tirar colillas encendidas desde un vehículo.



  • No depositar basura en el monte.



  • Si ves a alguien cometer alguna imprudencia o si observas un conato de incendio, avisa a la autoridad competente.



  • No dejes cerillas al alcance de los niños.



  • Enseña a los niños a cuidar el medioambiente.



  • Comprobar el índice de riesgo de incendio y tomar medidas preventivas.


En cualquier momento del día o de la noche puede tener lugar una emergencia. En su domicilio es recomendable conocer la vía de escape más rápida, instalar detectores de humo cerca de los dormitorios y un extintor.


Si vive en el monte, además, debería rodear su casa de una zona de seguridad, libre de elementos que puedan incendiarse. Por ejemplo, podar árboles cercanos, no acumular rastrojos, retirar ramas secas del suelo, cortar el césped a menudo, etc.


Instale ventanas de seguridad, evite acumular objetos en porches y terrazas, retire los elementos inflamables a un lugar seguro, utilice material no inflamable para el tejado de su vivienda, etc.

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